Junto a Cristian y Carmen, su novia, hoy partimos rumbo a Penco, a unos 10 kilómetros al norte de Concepción, donde Cristian debía hacer algunos negocios con un amplificador Marshall (tiene ganas de volar las ventanas de su casa).

Una vez que terminamos la parte de negocios, salimos con rumbo a Punta de Parra, tan solo un par de kilómetros hacia el norte, pero ha cambiado tanto el camino este ultimo tiempo (para bien) que me pasé la salida asi que decidí finalmente llegar hasta Dichato, 41 kilómetros hacia el norte de Concepción.


En el atardecer de Dichato.

Apenas llegamos a la playa saltamos junto a Cristian a darnos un chapuzón. Estuvimos nadando hasta que nuestro estado atlético aeróbico nos obligó a salir y tomar aire reposando en las claras arenas de la playa.


Carmen junto a Cristian.

El atardecer estuvo magnífico, una obra de arte. Desearía poder quedarme por mucho más tiempo junto al mar, es uno de los lugares que me relaja increíblemente. El ruido de las olas al romper, las gaviotas alegando en el aire, los pescadores en sus faenas, es todo tan apacible, me hace deternerme en el tiempo. Una tranquilidad en mi alma que quisiera compartir.


El atardecer en el mar.

Otras fotografías del viaje a Dichato.