Al fin llego mi nuevo monitor. Fue toda una aventura para quienes estuvimos involucrados en su compra (saludos Felipe). El mercado de monitores en Concepción es bastante escaso y por demás caro. Asi que decidí hacer lo

mismo que hice hace unos cuantos meses atrás cuando cambie gran parte de

mi actual estación de trabajo: que otra persona haga las compras por mi en Santiago.

Felipe fue una vez mas el elegido para tal honor ;-). Una vez mas debía depositarle el costo del monitor a su cuenta personal para que fuera de compras.

Quedamos de acuerdo con Basilio de juntarnos el martes pasado en el centro de Concepción para que me acompañara a hacer el deposito (odio hacer las colas de los bancos solo), Me demoré algo mas de lo presupuestado en despertar, asi que llame a Basilio en el momento que iba saliendo de mi casa, para

pedirle disculpas ya que iba a llegar unos 10 o 15 minutos tarde. Basilio me contestó entre murmullos y voz de sueño, aun no despertaba. “Que bien!”, dije para mi, no le molestara quedarse en cama 15 minutos mas mientras yo llego al

encuentro. Lo dejé despierto, cuando salí de mi casa y partí al centro. Cuando llegué al punto de encuentro, Basilio aun no había llegado, pero supuse qu estaria en camino. Para asegurarme si asi era, preferí llamarlo a su celular. Me contesto una vez mas entre murmullos y carrasperas, una vez mas lo había despertado, estaba durmiendo aun!

No me molestó, ya que yo tambien había llegado tarde al encuentro,

as que le dije que lo esperaría un rato mas, el vive bastante cerca del

centro, a no mas de 10 minutos, as que la espera no sería tan larga. Pero

para que iba a esperarlo si habian tantas cosas que hacer, asi que comence sin

el. Primero tenia que retirar de mi banco lo que le iba a enviar a Felipe, asi que decidi que al menos lo esperarí haciendo la cola.

Para mi sorpresa, habia solo una persona en la cola, asi que mi espera fue menor

al tiempo que demore en firmar mi cheque. Salí del banco un par de minutos despues de que habia entrado, as que decidi ir al segundo banco, donde debía depositarle a Felipe. Primero llame a Basilio avisandole que iba a estar

esta vez en el otro banco haciendo la correspondiente cola. Una vez mas la sorpresa: no habian personas en la cola, asi que lo único que me tomó tiempo fue el dar las tres vueltas al laberinto acordonado que llegaba a la caja.

Termino de depositar y ya esta, una vez mas a esperar a Basilio. No tard&aocute; mas que un par de minutos en llegar y una vez mas fuimos devuelta al camino que el habia avanzado porque yo tenia que presentarme en mi lugar de trabajo para

solucionar un problema y la empresa queda a unas escasas dos cuadras de la casa

de Basilio. Su viaje fue por nada :) pero al menos las cosas ocurrieron muy rápido.

Otra aventura fue cuando Felipe finalmente tuvo que retirar el monitor, ya que termino cruzando una calle que no presupuestaba, debia cruzar seis pistas sin semasforo y con camiones pasando a mil por hora. El describe que se sintio como frogger, la ranita que debe cruzar la carretera antes de que la hagan pebre, y su auto es verde!.

Pero finalmente, despues de todos las aventuras (y otras que no conte, como que Felipe tuvo que retirar la plata en dos oportunidades, ya que no le quedaban cheques y lo que tenia que sacar era mayor a lo permitido diariamente por un Redbank, y a que los repartidores de Chilexpress no encontraban mi casa), el monitor llego y lo estoy disfrutando, viendo decenas de peliculas y abriendo tres ventanas de gimp a la vez sin que se me llene el escritorio.

Para los tarrofílicos, el monitor es un Viewsonic P90F.